Soy Paola Portillo

y como tú, pasé muchos años de mi vida sintiéndome chiquita, insuficiente y menos valiosa que las demás. 

Centraba mi valor como persona en el peso y la forma de mi cuerpo, comparándome todo el tiempo y perdiendo en esa comparación, pues nunca era suficiente.

Me sentía como si no tuviera derechos, derecho a sentirme bonita, a ser segura de mí, a ser sensual, sexy, deseable. No tenía derecho a sentirme como una mujer porque no encajaba con la figura que una mujer debería tener.

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Prefería pasar desapercibida, no daba mi opinión por miedo a causar conflicto, no me animaba a ocupar espacios ni a sobresalir porque me sentía abrumada de tener muchas miradas encima. Pero lo que pasaba al mismo tiempo era que no disfrutaba de mi vida, me perdía de muchas oportunidades y experiencias valiosas, me sentía frustrada de quedarme siempre en el mismo lugar, con mucho miedo y de sentir que no avanzaba, que nadie me elegía y que en mi vida, todo seguía igual. 

Así que emprendí un viaje, el viaje a mi totalidad. Y descubrí que en realidad el único lugar posible al que llegar, es a mí misma, a quién genuinamente soy.

Creo que principalmente a las mujeres, se nos dice en mensajes subliminales que no habitemos nuestros cuerpos porque son inadecuados cuando no encajan en la figura estándar y aprobada por un montón de personas que viven sus vidas como si se tratara de llegar a algún lugar. 

Y nosotras, inconscientemente aprendemos a no habitarlos. 

Por eso también para mí ser mujer ha sido un viaje de volver a mi cuerpo, de descubrimientos, de exploración y de aterrizajes en mi propio cuerpo. 

En una sociedad que nos recuerda constantemente que no hemos llegado, que necesitamos ser mejores, que hemos venido a ser felices y que esa felicidad solo se consigue si somos esbeltas, ricas, madres, buenas, y ocupamos el espacio justo, no demasiado. Para mí ha sido revolucionario habitar mi cuerpo, atreverme a compartir mi mensaje que dice: eres adecuada tal cual estás siendo, no necesitas ser mejor

He creado este proyecto para acompañar a mujeres apasionadas y cada vez más conscientes de sí mismas, cansadas de callar su voz, de hacerse a un lado de sus propias vidas y de no tomar su lugar en el mundo, a revincularse consigo mismas y con sus cuerpos desde lugares de más presencia, compasión y placer para que puedan caminar desde su verdad siendo más de quienes genuinamente son. 

Soy guía en vinculación corporal, practicante somática informada en trauma y facilitadora de espacios de encuentro y experiencias de conexión contigo y con los otros. 

La base de mis espacios es la educación y el movimiento somático. Es crucial que cada vez haya más mujeres habitando sus cuerpos, porque es únicamente aquí en donde vamos a encontrar la libertad y la seguridad que tanto anhelamos y que por muchos años hemos buscado afuera. 

Porque tenemos derecho a ocupar espacios, a ocupar nuestro lugar en el mundo, y a experimentar la vida en nuestra propia piel.

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"SEGURA EN TI MISMA"

“No es inseguridad ni baja autoestima lo que te detiene a expresar tu voz y tomar tu lugar en el mundo, es el espacio que NO haces en ti, para todo lo que eres.”